domingo, 6 de noviembre de 2011

Película

El asesinato de Alejandro fue inesperado. Mi captura era obvia. Me llevan en una camioneta camino a un campo militar, dónde me adiestrarán para formar parte del ejercito. Aún tengo grabado el momento cuando le dispararon a Alejandro. En mi cabeza está grabada la imagen del soldado disparando. La veo una y otra vez. Me siento vacío, inhumano, después de lo que presencié. Siento culpa por lo sucedido y creo justo que me lleven a un campo de concentración, que me hagan pagar la muerte de mi amigo. 
El viaje será largo. Uno de los capturados que iba conmigo en la camioneta, comentó que había escuchado que nos llevarían al norte del país, pues ahí tenían los campos militares dónde adiestraban a los nuevos soldados. Eso me daba tiempo a seguir lamentándome por lo sucedido. Presenciar un asesinato será lo más traumático de mi vida. Es como si yo hubiera sido el asesinado. Una parte de mi murió junto a mi amigo. 
Dentro de la caja de carga de la camioneta se encontraban 6 capturados ademas de mí. Todos se encontraban espantados. Nadie comentaba nada y apenas se encontraban las miradas, se rechazaban. Nadie se podía mirar a los ojos. Todos parecían sentir pena por ellos y por los demás, y yo como de costumbre, observando. 
Apenas alguien intentaba acercarse a platicar conmigo y le daba la espalda. No quería hablar. No me importaba la vida de los demás, solamente quería llegar, que me disfrazaran de soldado y salir a disparar contra cualquier cosa que se moviera. Antes no hubiera pensado de esta manera, pero por lo sucedido lo haría con gusto.

Apenas llevo un par de horas en este sitio y me empiezo a impacientar. Serán mas o menos 15 horas de camino. Con suerte y los soldados harán alguna parada y podré beber algo. En la caja de carga no hay absolutamente nada. Solo un olor fétido, supongo que de alguien que no resistió el miedo de lo que nos iba a suceder, pero como nadie se atreve a mirarse, no podré saber de donde proviene ese olor. Intentaré dormir y eliminar todas las imágenes de mi cabeza. Con suerte y esta vez no despierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario